Explora el fascinante viaje del cultivo de cannabis en nuestra guía paso a paso. Desde la elección de las semillas perfectas, pasando por la comprensión de las fases de crecimiento, hasta la consecución de una cosecha satisfactoria, lo cubrimos todo. ¡Perfecta tanto para principiantes como para cultivadores experimentados!
Este completo artículo sirve de guía para principiantes sobre el cultivo de tus propias plantas de cannabis, desde la selección de semillas hasta la cosecha y el curado de los cogollos. La guía desglosa las fases de crecimiento del cannabis, arrojando luz sobre las condiciones necesarias para que las plantas prosperen, así como los métodos de cultivo en interior y exterior.
Se hace especial hincapié en el arte de la germinación, las técnicas de cultivo en interior, la importancia de la luz, el aire y los nutrientes, y el proceso de secado y curado de tu cosecha. Tanto si eres un principiante como un cultivador experimentado, esta guía paso a paso te ofrece valiosos conocimientos sobre el apasionante mundo del cultivo de cannabis.
Paso 1: Seleccionar tus semillas de cannabis
Con una plétora de opciones como sativa, índica, ruderalis e híbridos, elegir tus semillas de cannabis es una tarea apasionante. Reflexiona sobre tus favoritas del pasado y los remedios eficaces: son tu punto de partida ideal. A continuación, considera tu espacio de cultivo. Las plantas pequeñas y de maduración rápida, como las cepas autoflorecientes o las índicas, son perfectas para zonas compactas. ¿Tienes un jardín grande? Opta por las grandes que pueden crecer en tierra o en macetas grandes. ¡A cultivar!
Paso 2: El ABC del cultivo
Para conseguir esos jugosos cogollos que tanto te gustan, el cannabis necesita unos cuantos elementos esenciales.
La luz: El cannabis necesita más de 18 horas diarias de luz para crecer sano. En interior, puedes controlar esto con temporizadores. En exterior, retrasa la germinación hasta que haya más de 12 horas de luz diurna y al menos 8 horas de luz solar directa.
Medio: A los cultivadores ecológicos les encanta la tierra, en interior o exterior. Pero los medios neutros, dependientes de los nutrientes, como el coco, la perlita, la vermiculita o la lana de roca, también son opciones. Los cultivos aeropónicos, hidropónicos o en aguas profundas omiten por completo los sustratos y suministran los nutrientes directamente a las raíces.
El aire: El aire fresco en movimiento es clave para la resistencia y el intercambio gaseoso. Al aire libre, la naturaleza se encarga de ello. En el interior, necesitarás una entrada de aire fresco, una salida de aire viciado y un ventilador para la circulación. El aire estancado invita a las plagas y al moho, y atrofia el crecimiento.
El agua: El cannabis, como toda vida, necesita agua. En exterior, puede bastar con una lluvia regular. En interior, el agua transporta nutrientes. El lavado regular con agua no modificada es crucial, sobre todo para los sistemas hidropónicos y sin suelo. Vigila el nivel de pH del agua.
La temperatura: El cannabis es resistente, pero no le gustan los extremos. Procura que esté en torno a los 27 grados centígrados para un crecimiento vigoroso. En interior, los ventiladores, los aparatos de aire acondicionado y las esterillas de calefacción/refrigeración pueden ayudar. En exterior, conoce tu clima y planifica bien la siembra.
Nutrientes: Una buena tierra rica en compost, organismos, vitaminas y minerales puede alimentar a tus plantas durante todo su ciclo vital. El té de compost, la melaza o las harinas de plumas pueden mejorar la calidad del suelo. Para cultivos hidropónicos o medios neutros, las mezclas preformuladas de nutrientes son tu mejor opción.
La humedad: En el exterior, estás a merced del clima. En interior, el control de la humedad es crucial desde la semilla hasta la flor. Una humedad equilibrada evita las plagas y el moho.
Paso 3: Iluminar el cultivo de cannabis en interior
Iluminación del cannabis
La ola de legalización ha provocado un boom de opciones de iluminación y cámaras de cultivo para el cultivo de cannabis en interior. Tu presupuesto es tu guía.
Armarios de cultivo: Estas unidades plug-and-play totalmente personalizadas están diseñadas específicamente para el cannabis. Equipados con luces, ventiladores, cámaras separadas para clonación, crecimiento y floración, temporizadores y filtros de carbono, están listos para funcionar si tienes dinero para gastar.
Luces económicas: En el otro extremo, un panel básico pero eficiente de CFL (luz fluorescente compacta) o un pequeño panel LED (diodo emisor de luz) puede costarte menos de 300 $. Perfectos para cultivar cogollos de calidad en un armario libre. Otros fluorescentes compactos, como los listones T5, ofrecen una gama de espectros para el cultivo y la floración, y caben perfectamente en espacios reducidos.
Luces de cultivo tradicionales: Las lámparas HPS (sodio de alta presión) y MH (halogenuros metálicos) son luces de cultivo de la vieja escuela. Una HPS de 1.000 W con reflectores puede iluminar eficazmente un espacio de 1,5 x 1,5 metros, promoviendo un crecimiento excelente. Una lámpara MH de 600 W puede hacer lo mismo, dando lugar a flores de primera categoría. Pero cuidado, estas luces generan un calor que debe ventilarse eficazmente, o tu espacio de cultivo puede convertirse en una sauna cannábica. ¡Vamos a iluminarlo!
Paso 4: Germinación y brotes tiernos
Plántulas de cannabisPlantitas de cannabis
El viaje de tu cultivo de cannabis comienza con la germinación de tus semillas. Cada semilla contiene el plano de la variedad que has elegido. Todo lo que necesitan es agua, calor y una buena ubicación para poner en marcha su ciclo vital.
Cultivar cannabis es más arte que ciencia, con múltiples métodos de germinación eficaces. Con el tiempo, encontrarás el tuyo.
- Siembra directa: Planta las semillas directamente en tu medio para evitar el shock del trasplante. A menudo, es más fácil germinar en una maceta pequeña y luego transferirlas al jardín o a macetas más grandes.
- Toalla de papel: Coloca las semillas sobre una toalla de papel húmeda en un lugar cálido y oscuro. Cúbrelas con plástico u otro plato para retener la humedad. En unos días o una semana, verás brotes.
- Plugs, Jiffies y Rock Wool Starters: Permiten la germinación masiva en un espacio reducido. Una vez establecidas, las plántulas pueden trasladarse a su posición definitiva sin dañar las raíces.
- Remojo en agua: Remoja las semillas en agua enriquecida con enzimas hasta que aparezca la raíz pivotante, y luego plántalas en tu medio. La plántula romperá la superficie aproximadamente una semana después.
- Estaciones de germinación: Proporcionan control sobre el entorno de germinación, ofreciendo humedad, control de la temperatura y tiempos de germinación más rápidos.
Una vez que tus plantas rompen la superficie y aparece el primer conjunto de hojas verdaderas, comienza la fotosíntesis. Ahora tienes un plantón de marihuana de buena fe que va camino de convertirse en una planta de interior rica en resina o en un imponente árbol de exterior. ¡A cultivar!
Paso 5: El Crecimiento Verde – Fase Vegetativa
Crecimiento vegetativo del cannabis
Cuando las hojas verdes encuentran la luz, se inicia la fotosíntesis y comienza la fase vegetativa.
En interiores: Ajusta las luces a un régimen de 18 horas de día y 6 horas de noche. No es necesario que coincida con las horas de luz reales, prográmalo a tu gusto. Hacer funcionar los equipos eléctricos durante los periodos de menor consumo puede ahorrar dinero. Tus plantas prosperan en tierra orgánica o con nutrientes diseñados para esta fase. Las brisas forzadas controlan la temperatura y fortalecen las plantas. Técnicas como la adición de dióxido de carbono, el entrenamiento de bajo estrés y el scrogging pueden aumentar el ritmo de crecimiento y el potencial de floración.
En exterior: El cannabis crece rápidamente a medida que aumentan las horas de luz en primavera y verano. Un espacio radicular ilimitado y una buena genética pueden hacer que una planta crezca de tres a cuatro metros durante esta fase. La mayoría de las plantas modernas se desmochan y desvitalizan durante esta fase para fomentar una canopia uniforme que se llenará de cogollos de tamaño uniforme durante la floración. El cannabis sigue vegetando mientras haya más de doce horas de luz diurna. Cuanto más lejos del ecuador, más corto será el tiempo de vegetación antes de la floración.
¿Duración de la fase de vegetación?
La fase vegetativa puede durar tanto como quieras. Tanto si prefieres muchas plantas pequeñas que llenen tu espacio (método Mar de Verde), como si prefieres unas pocas plantas más grandes coronadas y alineadas para obtener grandes racimos de flores, la elección es tuya. ¡Sigamos creciendo!
Paso 6: Etapa de floración – Cannabis en flor
Crecimiento del Cannabis en Flor
Floración, floración y brote denotan la misma emocionante fase del ciclo vital de la planta de cannabis. A medida que se desarrollan los aromas y surgen arreglos florales únicos, la fase de floración se desarrolla en distintas etapas, que comienzan cuando termina la vegetación.
En el exterior, la floración comienza cuando el calor del verano disminuye y se acerca el otoño. En interior, la floración se desencadena ajustando la iluminación a un horario de 12 horas de día y 12 horas de noche.
Las plantas de cannabis responden a cambios hormonales que continúan la vegetación o inician la floración. Normalmente hay dos tipos: APD y autoflorecientes:
Las plantas APD (Foto Determinadas Absolutas) dependen de una hormona sensible a la luz para seguir vegetando. Esta hormona, inactiva con poca luz, impide la floración. Doce o más horas de oscuridad inducirán la floración.
Las variedades autoflorecientes dependen de la edad para producir esta hormona. Cuando la planta alcanza cierta edad, deja de producir la hormona, y comienza la floración independientemente de la exposición a la luz. Esto puede ocurrir tan pronto como dos semanas después de la germinación.
Etapas de floración
Diferenciación: Al principio de la floración, los patrones de crecimiento cambian. El crecimiento de las ramas comienza a zigzaguear y comprimirse, con menos distancia entre los nudos.
La floración: La floración sigue las mismas etapas en todas las especies, pero durante periodos de tiempo diferentes. Una índica rápida estará lista para su consumo semanas antes que una sativa de larga maduración.
Poco después de la diferenciación, se forman las flores propiamente dichas. Los cálices emergen en los entrenudos de las ramas, formando rápidamente globos cubiertos de pistilos. Empiezan a formarse resinas en los tricomas jóvenes de los pistilos, los cálices y la superficie de las hojas.
Los globos se estiran a lo largo de su propia espiga, dejando espacio para nuevos racimos fluorescentes y hojas específicas de los brotes. Estas nuevas hojas son más gruesas, pequeñas, a menudo muy arrugadas y cubiertas de tricomas.
Con el paso de las semanas, estos racimos florales se multiplican y forman grandes colas cubiertas de resina. A medida que maduran, los cálices y los tricomas se hinchan con las deseables resinas. La plena madurez está a la vuelta de la esquina. ¡Sigamos floreciendo!
Paso 7: De la cosecha al colocón – El arte de curar el cannabis
En las últimas semanas de tu viaje verde, enjuaga tus plantas con agua limpia. Esto garantiza que tus cogollos tendrán un sabor puro y limpio, libre de cualquier regusto a nutrientes o sal.
¿Cuándo está listo mi cannabis para ser el centro de atención?
Cuando tu planta se engalane de tricomas y los pistilos cambien de vestuario, ¡es la hora del espectáculo! Los tricomas pasarán de transparentes a lechosos, y luego de lechosos a ámbar. Para obtener un alto nivel de THC, cosecha cuando los tricomas tengan un 20-30% de color ámbar. Si buscas un perfil cannabinoide más amplio, espera a que tengan un 60-80% de color ámbar. Vigílalos de cerca, ya que la diferencia puede ser de tan sólo 24 horas.
Cosechar la estrella del espectáculo
No hay un guión establecido para la cosecha. Algunos prefieren recortar las hojas mientras la planta aún está en pie, y luego descomponerla aún más, colgando ramas para que se sequen o colocando cogollos individuales en una rejilla de secado. Otros quitan sólo las hojas grandes de azúcar, y luego cosechan y cuelgan toda la planta. ¿La regla de oro? Manipúlala con cuidado para mantener intactos esos preciosos tricomas.
Secado y curado – El bis
Seca tus cogollos en un lugar fresco, oscuro y con poca humedad. Esto debería llevar un mínimo de dos semanas. Comprueba regularmente que no se hayan secado demasiado o que no tengan moho. Cuando estén secas, las ramas finas se romperán como un crujiente aplauso, mientras que las gruesas aún tendrán una ligera curvatura.
Almacenar a tus estrellas
Mete los cogollos bien curados en un tarro de cristal bien cerrado, como si fueran preciosos autógrafos. «Haz eructar» el tarro a diario durante las dos primeras semanas para que salga la humedad acumulada. Cuando las flores estén secas al tacto, puedes reducir el eructo a una vez por semana. No dejes que tu duro trabajo se eche a perder por falta de atención.
¿Cuánto dura el telón?
El curado puede durar tanto como quieras. Los compuestos psicotrópicos se vuelven más psicoactivos tras soltar una molécula de agua, lo que lleva al menos seis semanas en condiciones ideales. Cuanto más largo sea el curado, más suave será el acto final. Guarda tus frascos en un lugar fresco y oscuro, ya que el THC puede descomponerse en otros cannabinoides cuando se expone a la luz.
Si no estás seguro de la sequedad de tus cogollos, pruébalos mientras se secan. Esto te servirá de referencia en el futuro. El cannabis seco no se siente completamente seco debido a la cerosidad de las resinas, pero enseguida te harás una idea.
¿Qué debes elegir?
El mundo de las semillas de cannabis es amplio y variado, con opciones como sativa, índica, ruderalis e híbridos. Algunos dirán que las variedades sativa son superiores por sus efectos estimulantes, mientras que otros preferirán las índica por sus propiedades relajantes. La elección correcta es subjetiva y depende de tus preferencias y necesidades personales.
Para los novatos, recomendamos empezar con una variedad que se adapte a tu espacio de cultivo. Si tienes poco espacio, considera las cepas autoflorecientes o las índicas, que son más pequeñas y maduran más rápido. Si tienes una gran superficie exterior, puedes optar por plantas más grandes que prosperan en tierra o en macetas grandes.
¿Preparada para conseguir semillas? No busques más allá de Shayana Shop, un minorista de confianza con una amplia selección y precios competitivos. Shayana lleva más de 20 años ofreciendo semillas de cannabis de primera calidad, por lo que la recomendamos encarecidamente como proveedor de confianza. Sólo tienes que seleccionar tu variedad y tipo de semilla favoritos, ¡y estarás listo para cultivar en un abrir y cerrar de ojos!
Cultivar tu propio cannabis no es una tarea difícil. Con un poco de atención y paciencia, puedes obtener un aromático resultado, incluso en los espacios más reducidos. ¡Por un feliz cultivo, amigos! 🙌